El inicio de los Atankcha en la sierra de Perijá, no fue fácil.
Estaban casi pegados a la tierra.
Molestaba a todos que estos grandes y poderosos estuvieran al mismo tiempo sobre el planeta de forma tan cercana.
Ellos en sus magnificiencias, al estar juntos a la tierra, no permitían que la vida fluyera.
(...)Un día los abuelos de los Yukpa, los Atankcha, se reunieron y acordaron:
-Para resolver este problema de tener al Sol y la Luna tan pegados a nosotros, vamos a darle un empujón al cielo y así ellos subirán.
(...) un anciano que conocía mucho de la naturaleza aconsejó se hicieran unas bolas con cera de abeja -mapicha-, arena de los hormigueros, saliva de los loros, resina de los grandes árboles, uñas de oso y pico de colibrí, que son emisarios de la luz, para colocarlas en las puntas de las flechas y al lanzar estas flechas al cielo el firmamento se iría arrimando y los astros subirían.
(...) El cielo se elevó y el Sol y la Luna ya no estaban pegados a la tierra.
Surgieron el día y la noche, pero transcurrían simultaneamente. (...)
Tomado de : Cómo surgió el día y la noche.
Alfa Grupo Editorial Comala.com.2005
Caracas Venezuela
Versión: Ivonne Rivas
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